Educar... es amar

martes, 22 de octubre de 2013

EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR



       SENTIDOS DE LA EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR
La Educación Extraescolar se constituye un Sistema Educativo fundamental para el proceso de desarrollo y formación integral de los niños, niñas y jóvenes, complementario de la escuela e integrador de la familia y la comunidad, a través de instancias de participación de libre elección de los educandos que permitan una adecuada utilización del tiempo libre.
·         DEFINICION DE EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR
 Se entiende por Educación Extraescolar al conjunto de acciones educativo-recreativas de tiempo libre originadas de la práctica orientada y organizada de actividades deportivas, artísticas, científico-tecnológicas, cívico-sociales y, en general de todas aquellas que, en función de los fines y objetivos de la educación nacional, contribuyan al desarrollo de la persona, mediante un proceso de creación y recreación permanente”.
·         FINES Y OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR
Valorar la Educación del Tiempo Libre como una herramienta pedagógica para el logro de aprendizajes de calidad. Incorporar las Actividades Educativas de Libre Elección y formativas complementarias al proyecto educativo de la escuela y a la jornada escolar completa.
·         FINES Y OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN EXTRAESCOLAR

Contribuir a mejorar los aprendizajes de los alumnos dotando a estos de herramientas y técnicas que le ayuden a reforzar su proceso académico a través del trabajo lúdico y grupal que se experimentan al interior de los grupos y talleres . Integrar los grupos, clubes y talleres de libre elección de la escuela al proceso formativo de los niños y niñas.

jueves, 17 de octubre de 2013

CULTURALIA


CULTURA Y EDUCACIÓN

La cultura evidentemente es un producto de la interacción humana, sin embargo, los contenidos y significados culturales se diversifican y enriquecen con base en el contexto histórico-geográfico que les da sustento. En los orígenes de la humanidad podemos imaginar un panorama paradójico y contradictorio, es decir, la humanidad se encuentra con una madre naturaleza prodiga en recursos naturales, benévola y generosa, pero por la otra, salvaje, caótica y mortal. Estas condiciones iniciales de la vida humana en su hábitat terrestre, en principio dieron las pautas para la aparición de una incipiente cultura que de manera recursiva y diacrónica se configuraba y establecía los parámetros  socioeconómicos, éticos y morales, de forma gradual y consistente con su momento histórico.

La cultura vista desde una perspectiva simbólica se gestaba, empezaba por reconocer formas de comunicación con signos y símbolos que significaban y resignificaban la expresión de necesidades básicas y de socialización en ciernes. Sí a partir de ese momento hubiéramos tenido la capacidad de registrar nuestra memoria colectiva, seguramente hoy nuestra perspectiva de interpretación y comprensión de la cultura seria más consistente y congruente con la realidad.

Con esto quiero decir, que no existen normas o leyes universales a partir de las cuales demos una interpretación más o menos precisa y específica de lo que es la cultura, pues considero que cualquier disciplina o ciencia e inclusive individuos, tienen una interpretación mediada por sus cogniciones y experiencias particulares, es decir, que no obstante, la profundidad o conocimientos propios de la ciencia o disciplina que se trate, siempre será una mera aproximación  interpretativa desde su punto de vista muy particular. Lo que conlleva, a que existan un sin número de definiciones acerca de este constructo social.

Así pues, la cultura vista como un producto de la convivencia  y del desarrollo humano de los distintos pueblos sobre la tierra, y retomando la concepción de Geertz, representa entonces, el estilo y forma de vida adquiridos a través de la historia mediante la significación y resignificación de los contenidos simbólicos de las expresiones sociales de la comunicación e interacción humana. 

Por ello, considero que en este caso la cultura es una ciencia interpretativa en busca de significaciones -y agrego- dinámica y en constante resignificación de los contenidos culturales, aquí el problema es, quien o quienes tienen la posibilidad de influir de manera más importante en esta resignificación de los contenidos culturales.

Lo que podemos responder es que sin duda la ideología dominante será en mayor medida la responsable de influencia en este proceso, puesto que, la cultura entendida como parte de la ideología, y a esta como producto de la estructura socioeconómica y política, obedece principalmente a los fines y propósitos de la clase dominante.

Sin embargo, esto no obsta para que como lo plantea Paulo freire actuemos en el campo educativo en la orientación de construir una cultura desalienante, crítica y reflexiva  que forme a estudiantes con un perfil diferente y con una ética libertaria y autónoma.

En esta orientación, la construcción y transformación de la cultura y el respeto a su diversidad y tolerancia tiene su principal soporte en la educación desde la cual podremos influir en este intento de modificar los significados y símbolos recursivos y resignificados que produzcan un nuevo perfil de ser humano en beneficio de una mayor tolerancia, fraternidad y libertad en la vida del hombre.

Actualmente la gran mayoría de las transformaciones y cambios que se están presentando se basan en los intereses del mercado y su expansión, de nosotros depende que en este desarrollo el ser humano sea el eje principal de partida, el ser humano que sea capaz de transformar la economía internacional, el futuro del desarrollo del mundo y el lugar que cada nación ocupe en él, con el propósito de mantener y desarrollar  una cultura de convivencia en armonía con su entorno social, político, económico y ambiental.

Desde esta perspectiva, no solo se trata de formar y educar a los estudiantes universitarios con el propósito de que se familiaricen con los avances científicos-tecnológicos que le servirán, en el presente y en el futuro, como puntos de partida para las interminables búsquedas de conocimiento, y para la adaptación a un mercado laboral cambiante, agresivo y excluyente, sino que, además es necesario darle una orientación distinta a su formación, promoviendo una ética y cultura que considere las transformaciones tan aceleradas que se están dando en nuestra época con una orientación eminentemente humanista, que tenga como objetivo principal el tener una participación activa en la defensa y consolidación de los derechos humanos, mejorar la calidad de vida de su comunidad, la sociedad y su medio ambiente, manteniendo la prevaléncia de nuestros principios, valores y tradiciones culturales, sobre aquellos de carácter económico contrarios a la ética humanista, de equidad y de justicia.

Sin embargo, es muy importante resaltar que nos encontramos en un mundo que nos es adverso, en un mundo en el que el ser humano es lo que menos importa, puesto que se trata de ganar más con el menor esfuerzo y en el menor tiempo posible, sin importar el nivel y la calidad de vida de aquellos que hacen posible la producción.

El trabajo es difícil pues nos encontramos ante un aparato ideológico sumamente poderoso que no obstante dice defender nuestra identidad cultural, pero en la práctica hacen todo lo contrario baste mencionar algunos ejemplos que se expresan en los mass media; series de televisión extranjeras con contenidos de suma violencia, valores y costumbres que en ellos se manifiestan contrarios a nuestra idiosincrasia y promoción de una cultura hegemónica que cada vez se apodera más de la mente y costumbres de nuestra sociedad en perjuicio principalmente de nuestra juventud. 

Por otra parte, en la actualidad en nuestro contexto social la cultura es entendida como sinónimo de educación, por lo menos a nivel del sentido común. Sin embargo, esta consideración dista de manera importante de lo que realmente significa.

La educación hoy es entendida ( por una buena parte de la población) como la capacitación en adquisición de habilidades y destrezas regularmente orientadas  al buen desempeño de tareas de tipo profesional y laboral y, en menor medida o con menor énfasis orientada al conocimiento de nuestras raíces y sustento cultural contemplado en el legado de nuestros antepasados. Asunto que dificulta aún más nuestra labor.

Esperamos que, estos espacios de análisis y reflexión se multipliquen y extiendan nos solo por el campus universitario, sino que también, pueda trascender los muros de nuestra institución con el propósito de difundir y ampliar el ámbito de la discusión y el análisis, a otros espacios educativos y ciudadanos que impacte a la sociedad en su conjunto, y con ello se camine a paso firme en la reorientación del rumbo que deba seguir el ser humano y su entorno.
 (Texto propiedad de: www.peu.buap.mx/Lazaro/ensayo%203diplo.htm)

OPINIONES

¿Eliminar el Simce?
Eliminar el Simce sería un profundo error. Ninguna de las críticas planteadas justifica quebrar un termómetro que lleva más de dos décadas aportando información relevante al sistema educativo.
por Sebastián Izquierdo - 21/10/2013 - 04:00
RECIENTEMENTE se han alzado voces que buscan terminar con las evaluaciones de aprendizaje. Entre ellas, se pretende eliminar el Simce, lo que significaría un tremendo retroceso en las políticas públicas que el Estado ha impulsado en los últimos años. Para dar el necesario salto al desarrollo y dejar atrás la pobreza, Chile requiere de un sistema educativo de mayor calidad y que abra oportunidades, sin distinción alguna, a cada uno de nuestros estudiantes. Contar con un instrumento como el Simce nos  permite conocer en qué medida estamos avanzando para alcanzar dicho objetivo.

Se argumenta que con pruebas estandarizadas aplicadas sólo a una muestra de estudiantes o establecimientos podríamos conocer el estado de nuestra educación. Sin embargo, ello implicaría que las comunidades educativas deberían renunciar a recibir información relevante sobre el aprendizaje de los estudiantes, producto de una imposición externa. En concreto, los padres y apoderados no tendrían acceso a información acerca de cuánto han aprendido los estudiantes con relación al currículum nacional, ni tendrían la oportunidad de conocer el nivel del establecimiento donde se educan sus hijos para poder tomar decisiones más informadas. Los directores y profesores, por su parte, no podrían contar con información útil para identificar fortalezas y desafíos de su labor al interior de cada establecimiento y desarrollar planes de mejora.

Los argumentos que se han esgrimido son parciales e insuficientes, puesto que no existe evidencia respecto del impacto negativo de este tipo de pruebas en la formación de nuestros estudiantes. En cualquier caso, el nuevo Sistema de Aseguramiento de Calidad ha tomado los resguardos para evitar eventuales malos usos del Simce, ampliando el concepto de calidad más allá de los logros de aprendizaje, incluyendo otros indicadores (por ejemplo: clima de convivencia y hábitos de vida saludable) y desplegando iniciativas para fomentar el correcto uso de la información.

Finalmente, es importante contextualizar esta discusión con el resto de las políticas públicas que se han implementado en el país. En 2008 se aprobó la Ley de Subvención Escolar Preferencial y hoy se cuenta con un sistema de aseguramiento que incluye a la Agencia de Calidad de la Educación y la Superintendencia Escolar. Estas iniciativas buscan generar un equilibrio entre la responsabilización académica y administrativa de los establecimientos y diversos mecanismos de orientación y apoyo para éstos. Una evaluación que involucre a todas las escuelas, liceos y colegios es fundamental para identificar a aquellos que requieren ayuda, reconocer y difundir buenas prácticas y para tomar medidas con los establecimientos que, definitivamente, no están consiguiendo que sus alumnos aprendan, a pesar de los crecientes recursos públicos que reciben.

Eliminar el Simce sería un profundo error. Ninguna de las críticas planteadas justifica quebrar un “termómetro” que lleva más  de dos décadas aportando información relevante al sistema educativo chileno.

COMENTARIOS

PALABRAS PRELIMINARES


Hoy día nuestra educación vive momentos de grandes transformaciones, lo que conlleva a redoblar la responsabilidad de nuestros profesores, profesoras, padres y apoderados y, por supuestos, de nuestras autoridades.
Hoy, existe una nueva dirección en la educación comunal cuyo eje principal es articular acciones para alcanzar mejores aprendizajes de nuestros alumnos y alumnas. Esta no es una responsabilidad privativa de la jefatura DAEM, para alcanzar metas y mejores logros académicos, es urgente la conformación de equipos de trabajo y proporcionar todos los medios que estén al alcance para que tanto directores como profesores sean verdaderos protagonistas de la acción educativa.